En la primavera de 1974, varios amigos y yo decidimos fugarnos de clase y asistir a una convención de cómics en la Ciudad de Nueva York. Yo no estaba tan involucrado en el mundo de los superhéroes como algunos de mis compañeros de fuga, así que eventualmente me encontré explorando otras partes del hotel donde se estaba llevando a cabo el evento. Escuché el repiquetear de un proyector de 16mm viniendo de uno de los cuartos en el lobby y vi a varias personas viendo el primer corte de una película inacabada llamada “The Comeback Trail”. Era graciosa a veces y una completa tortura otras veces pero recuerdo haber pensado que tenía una gran premisa. La idea de asegurar fuertemente a un actor esperando que muera en una peligrosa acrobacia era una genialidad cómica. Yo tenía solamente 18 años y vivía en Port Chester, Nueva York, y me encontraba lo más alejado posible de Hollywood. Pero ser cineasta era mi sueño y el tomar la premisa de esta película y darle una nueva forma se volvió algo que yo sabía que tenía que hacer. Comencé a escribir guiones, recibí la usual pila de cartas de rechazo pero eventualmente me abrí camino. Después del éxito de “Midnight Run”, comencé a investigar sobre adquirir los derechos de “The Comeback Trail” pero descubrí que era casi imposible. La película nunca se estrenó y yo era una de las únicas personas que la había visto. Con el tiempo, varias personas a quienes había contactado decían tener los derechos sólo para descubrir que no era cierto. Continué haciendo películas pero nunca dejé ir la noción de que de algún modo iba a tener la oportunidad de hacer “The Comeback Trail”.
Muchos años después me pidieron hablar en la proyección de “Midnight Run”. Conocí a una mujer ahí llamada Joy Hurwitz quien resultó ser la viuda de Harry Hurwitz, el director de la película original. Cuando le preguntó sobre “The Comeback Trail” ella se sorprendió de que yo siquiera hubiera oído hablar de esa película. Instantáneamente nos volvimos amigos y esa misma noche acordé asociarme con ella porque ¡ella tenía los derechos! Mi compañero de escritura Josh Posner y yo escribimos varios borradores y salimos con el guion. Aunque estuvimos cerca de obtener un financiamiento unas veces, nunca logramos que las personas se animaran. Y después Robert De Niro y yo platicamos un día sobre las muchas ganas que él tenía de hacer algo gracioso después de haber interpretado a un obscuro personaje en “The Irishman” y la película surgió a partir de eso. Varios productores muy trabajadores, Richard Salvatore, Dave Ornston, Phillip Kim, Patrick Hibler, Joy Hurwitz y mi productora favorita de todas, mi esposa, Julie Lott Gallo, rápidamente nos aseguraron un financiamiento y pudimos comenzar a grabar la película. Y después te pega la realidad de lo que estás haciendo. Cuando llevas tanto tiempo imaginando algo, esperas poder hacerle justicia. Fui bendecido al poder trabajar con actores tan geniales como Robert De Niro, Tommy Lee Jones y Morgan Freeman. Todos son íconos y todos dieron lo mejor de ellos, nos divertimos mucho cada día. Zach Braff, Emile Hirsch y Eddie Griffin también estuvieron a la altura, y ver cómo todo se lograba fue un gran momento en mi vida.
Incluso cuando la película es una comedia, no quería que tuviera el look demasiado iluminado y colorido que tienen muchas comedias. Por más graciosa que sea la historia, es sobre un plan de asesinato. Por lo tanto, al director de fotografía Lukasz Bielan y a mí se nos ocurrió un efecto visual más obscuro y realista para contar la historia. Cámaras de mano fueron utilizadas para dar a las escenas una cualidad más visceral. Todo esto con la ayuda de Stephen Lineweaver y Joe Lemmon quienes fueron Diseñadores de Producción. La idea fue crear un ambiente más creíble y oprimido para los personajes principales y evitar un look demasiado escurridizo en las escenas.
De muchas maneras, “The Comeback Trail” (La Última Estafa) es dos películas. Es la historia del plan de Max para hacer un fraude de seguros pero también se trata de la película que iban a hacer. Podrán notar cómo la película sutilmente se vuelve más colorida conforme la filmación de “The Oldest Gun in the West” comienza. Aquí intentamos hacer un enfoque tipo John Ford. Duke Montana no es nada del verdadero Oeste. Él representa el viejo Mito de Hollywood del Oeste Americano. Hay muchos clichés visuales en estas películas más viejas y nosotros los tomamos prestado extensivamente. Estas películas viejas también fueron hechas de otro modo al utilizar movimiento de cámara y escenarios para crear la energía al contrario del enfoque más moderno de una oleada de tomas. La película fue diseñada con un enfoque más clásico en mente y el Editor John Vitale y yo trabajamos para que la edición pareciera natural y no tan consciente. Por último, yo siempre escuché una banda sonora temática de la vieja escuela. Esto se ha quedado en el camino con la mayoría de las películas actualmente. Si piensas en los viejos clásicos, también recuerdas sus bandas sonoras. No hay muchos compositores en la actualidad que se centren en los temas clásicos como antes pero el Compositor Aldo Shlakuu es un poco primitivo en el sentido en el que le gusta escribirlos. Su trabajo fue desafiante porque la música que escribió debía sentirse como original del Oeste con algunos tonos cómicos pero no ser una parodia.
En resumen, la realización de la película fue una experiencia increíble. Lo sé porque todos aquellos involucrados siguen estando en contacto. Mi esperanza es que esta película simplemente haga reír a las personas. Nos encontramos actualmente en tiempos obscuros e inciertos. La risa es algo bueno.
GEORGE GALLO